Una breve reseña
El sastre de Mussolini trata de la vida de Antonio Sprone, un italiano que vive su niñez recibiendo principalmente dos influencias diametralmente opuestas. Por un lado, el pragmatismo de su padre, quien es sastre de segunda generación y pretende que su hijo continúe con el negocio familiar, y, por el otro, la marcada influencia de tío Giuseppe; un hombre de espíritu bohemio, cuyo sustento es la vitivinicultura, y su pasión, la creación artística a través de la pintura y la escultura.
Antonio, a muy temprana edad, encontrará el verdadero amor y será precisamente esto lo que marcará prácticamente todos los acontecimientos de su vida.
En el Sastre de Mussolini, se conjugan ingredientes tales como el amor, la lucha por el amor y la propia supervivencia personal, la constancia, la espera, el destierro, la soledad, la tristeza, la esperanza, y algunos pasajes con cierto grado de humor.
La vida del protagonista, y por ende la trama de la historia, transcurre en Italia, España, África y por último, en Sudamérica.
Uno de los mensajes más fuertes que transmite la obra, es la lucha por vencer a la adversidad y enfrentar la vida sin dejar morir el niño que llevamos en nuestro interior, y precisamente Antonio, sin proponérselo y por ser de espíritu noble, luchará por mantener intacto todos esos valores que adquirimos en las primeras etapas de nuestras vidas.
El amor a toda prueba, aquel que todo lo puede, aquel que todo lo vence, se encarna principalmente en la relación que mantienen Antonio y Luigina, quien en una carta, le hace el siguiente juramento: «Te amé, te amo y te amaré por toda la eternidad. Te estaré esperando hasta mi último aliento y, si Dios me adelanta, un día, cuando también te toque a ti partir, volveré a buscarte».
¿Y Luigina cumplió su promesa? Bueno, querido lector, para saberlo hay que leer esta fantástica obra de principio a fin.